El médico que atendió al preso británico que denunció torturas en la cárcel de Palma confirmó el viernes ante el juez que encontró al recluso asustado, desnudo y con contusiones varias. El facultativo afirmó que las lesiones que presentaba son compatibles con la agresión que relató el interno. La supuesta paliza se produjo en el pasado mes de julio. James Langford denunció una agresión por parte de seis funcionarios en el módulo de aislamiento. El preso cumplía una sanción en una celda de castigo.
Urgencias
La doctora que entró de servicio al día siguiente manifestó que el interno dijo que había sido agredido por funcionarios. La médico mandó a James Langford a urgencias para descartar posibles lesiones cerebrales.
El recluso inglés no quería abandonar la enfermería por temor a represalias por lo que tuvo que ser asistido por un psiquiatra y una psicóloga.
Cinco compañeros del preso confirmaron que escucharon las supuestas torturas. Aseguraron que no se trata de un caso aislado. A pesar de que no vieron la agresión, manifestaron que escucharon los golpes. «Fue a diestro y siniestro, como si fuera un animal», explicó uno de los presos.