Los afectados por el incendio que se produjo este jueves en un inmueble de Sóller tardarán unas cuatro semanas, como mínimo, en volver al edificio debido a los daños causados por el fuego. El vecino que provocó las llamas se entregó después a la policía, que lo detuvo y traspasó a la Guardia Civil.
La Benemérita le atribuye dos delitos, uno de malos tratos en el ámbito familiar y otro de incendio provocado con peligro para las personas. El arrestado fue puesto este viernes a disposición del juzgado de guardia y se decretó su ingreso en prisión.
En la mañana de este viernes los técnicos del Ajuntament de Sóller inspeccionaron la vivienda incendiada y el resto del edificio. Fuentes municipales explicaron que la estructura no ha resultado dañada, pero se deben reforzar los forjados de la planta afectada y hay que apuntalar algunas vigas, que se deberán revisar una a una. La vivienda que está encima de la que se quemó ha quedado afectada en parte. El restaurante que se encuentra en los bajos del edificio también ha tenido que cerrar.