La Policía de Nueva York detuvo en la noche del domingo al presunto autor del asesinato de un imán y de su asistente el pasado sábado cerca de una mezquita en el condado de Quees, según publica este lunes la prensa local.
El sospechoso está siendo interrogado en una comisaría de la ciudad, pero todavía no se han presentado cargos en su contra ni ha sido identificado por las autoridades, según fuentes policiales citadas por el periódico «Daily News».
Los hechos ocurrieron en la tarde del sábado, cuando un hombre se acercó al clérigo Maulama Akonjee, de 55 años, y a su ayudante Thara Uddin, de 64, y les disparó por la espalda a plena luz del día, cerca de la mezquita Al Furqan Jame Masjid, en el barrio Ozone Park.
Según nuevas imágenes captadas por las cámaras de seguridad, tras el tiroteo el hombre se subió a un todoterreno de marca Chevrolet y durante la huida chocó contra un ciclista, quien habría apuntado el número de matrícula antes de denunciar el incidente a la policía.
Con los datos del vehículo, agentes de la Unidad de Fugitivos de la Policía de Nueva York rastrearon al propietario hasta localizarlo en otra zona del condado de Brooklyn, según otras fuentes policiales citadas por el periódico «New York Post».
Todavía se desconocen los motivos del asesinato del imán, en un caso que ha levantado las iras de la comunidad musulmana, pero las autoridades empiezan a sospechar que pudo deberse a un creciente enfrentamiento entre musulmanes y latinos en el barrio Ozone Park.
Según fuentes de la investigación citadas por el «Daily News», el tiroteo del sábado pudo ser en respuesta a un incidente que habría tenido lugar unas semanas antes, cuando un grupo de musulmanes habría atacado a otro hispano en el barrio.
Akonjee, casado y padre de tres hijos, era un líder religioso originario de Bangladesh que llegó a Nueva York hace cuatro años y que, según sus allegados, se había ganado el respeto de la comunidad y no tenía problemas con nadie.
«Mi padre solo quería paz. Espero que quien quiera que haya hecho esto se presente voluntariamente ante la Justicia. Es lo único que queremos, que se haga justicia y saber por qué mató a mi padre», dijo al «New York Post» uno de los hijos del imán, Niam Akonjee.
El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, expresó este domingo sus condolencias a las familias de las víctimas, así como su solidaridad con la comunidad musulmana porque, según dijo, están «constantemente en el punto de mira del fanatismo».
«Sigue siendo crítico que trabajemos para acabar con las barreras que amenazan con minar la grandeza de nuestra ciudad y nuestra nación. Mientras tanto, nuestro departamento de policía llevará el asesinato ante la Justicia», añadió De Blasio.