«El conductor dijo el lunes en el juicio que dejar las drogas le está cambiando la vida; la de mi hermana sí que cambió». Pedro Albertí, hermano de la periodista Marga Albertí, que murió atropellada cuando hacía footing en la Avenida Picasso por un conductor drogado, bebido y que chateaba al volante, concedió este miércoles una entrevista a Ultima Hora y puso en duda el arrepentimiento del acusado: «En dos años nunca se ha puesto en contacto con nadie de nuestra familia».
—¿Con qué sensación salieron el lunes del juicio?
—Muy apenados, con una sensación de desamparo. Confiamos en la Justicia y en nuestro abogado, Tomeu Salas, pero todo esto es muy duro.
—¿Se creyeron la versión del acusado?
—Dijo que estaba arrepentido y la verdad es que no nos lo creemos. En dos años desde el atropello de mi hermana Marga nunca se ha puesto en contacto con nosotros. Ni él ni sus padres. Lo que dijo parece más bien una estrategia de cara al juicio. También dijo que el tratamiento para dejar las drogas le estaba cambiando la vida. Le puedo decir que a Marga le cambió la vida por la muerte. A todos nos ha cambiado la vida; a los tres hermanos, a mi madre de 85 años...
—El conductor se subió durante 98 metros a la acera, a más de cien kilómetros por hora.
—La verdad es que fue un milagro que no se llevara a nadie más por delante. Si en ese momento pasa un equipo de niños de San Cayetano mata a 25 de ellos. Ese coche se llevó por delante todo lo que se encontró a su paso.
—¿Cómo era su hermana?
—Tenía dos carreras, Periodismo e Historia, y le apasionaba leer. Tenía más de 4.000 libros. Incluso había escrito uno. Estuvo unos diez años trabajando en Es Diari de Menorca y no tenía problemas con nadie. Era una gran persona.