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Reacciones al conflicto - Denunciado por unas expresiones «racistas»

Los socialistas ibicencos apoyan a Casanova tras ser denunciado por comentarios xenófobos

Casanova, siempre en un discreto segundo plano, ayer. | Toni Escobar

| Eivissa |

El secretario general de la Federación Socialista de Eivissa (FSE) Vicent Torres le dio ayer su «total apoyo» al diputado autonómico del PSIB Enric Casanova, quien el pasado viernes fue denunciado por la propietaria de un bar en Eivissa por, presuntamente, descalificarla con motivo de una discusión sobre el uso de la lengua. Torres aseguró que Casanova tiene «una trayectoria impoluta tanto a nivel de partido como de parlamentario en el Parlament de les Illes Balears» y, por tanto, le ofreció su «total credibilidad hacia lo que Casanova, además, puso en conocimiento del partido en la misma tarde que sucedió». Sin embargo, y pese a las palabras de Torres, el diputado autonómico Enric Casanova se mantuvo durante toda la mañana de ayer en un discreto segundo plano, siempre lejano a Pedro Sánchez y a la mayoría de sus compañeros de partido durante el acto de precampaña que se celebró en el Parc de la Pau.

Difamación

Por su parte y en el mismo sentido, la secretaria de organización de la FSE, Marta Díaz, informó de que «nosotros estamos con nuestro compañero y nos creemos al 100% su versión». Díaz añadió que, además, consideran «que hay una campaña del Partido Popular detrás para difamar a nuestro compañero».

También valoró la situación el socialista Rafa Ruiz, quien consideró que todo se debía a «un mal entendido entre personas» y añadió que, aunque no sabía exactamente lo que había ocurrido, «las lenguas están para entenderse».

Y todo ello pese a que desde un primer momento, y antes de que llegara Pedro Sánchez a escena, se había avisado a la prensa de que ningún miembro del partido socialista haría ninguna valoración sobre la denuncia interpuesta contra Casanova. Lo cierto es que, finalmente, los socialistas decidieron cambiar su estrategia mediática para entrar a valorar y apoyar a su compañero una vez hubo acabado el mitin del candidato socialista a la presidencia de España, Pedro Sánchez.

Tampoco perdió la oportunidad para realizar su valoración sobre el asunto el Partido Popular, que envió una nota a los medios en la que consideraba que «para gobernar España, hacía falta entenderse» y añadía que «Pedro Sánchez no ha de dejar escapar la oportunidad de desautorizar al diputado socialista Enric Casanova», algo que no ocurrió.

Los populares explicaron en su nota que «hace falta entender que somos un país plural, un país de acogida, donde los españoles hacemos que nadie se sienta extranjero». Y en el mismo sentido, «es necesario entender que en Eivissa utilizamos dos lenguas de manera natural y diaria y que el escaso conocimiento de una de ellas, o de ambas, no es motivo para instar al abandono del país. Para el Partido Popular, Casanova «debería pedir disculpas públicas por perder los papeles, cosa que todavía es más rechazable en un cargo público».

Añadieron los populares en su comunicado que lo más relevante del incidente es que «nos revela la verdadera cara del sectarismo de los que nos gobiernan y en el fondo la hipocresía de sus postulados. La práctica del sectarismo que diferencia entre ‘los de aquí' y ‘los de fuera', como si eso fuera trascendente», sentenció el partido.

El Partido Popular consideró que la presunta actitud de Enric Casanova es «inadmisible, daña nuestra convivencia y es motivo de sobra para plantarse dimitir de la representación que ostenta».

LA NOTA

“Fue una discusión por reclamar un derecho”

El diputado socialista Enric Casanova, que durante toda la visita de ayer de Pedro Sánchez se mantuvo en un discreto segundo plano, aprovechó la oportunidad para volver a explicar con detalles lo que él mencionaba como su “verdad”.

Casanova mostró la reclamación que él le solicitó a la propietaria del bar y que, aseguró, ella no quiso darle, motivo por el que el diputado, dijo, llamó a la policía.

En la reclamación, Casanova expuso literalmente que, “como he hablado en lengua oficial catalana, me han contestado con insultos y palabras groseras tipo hijo de puta, racista, maleducado, etc. Fue una discusión por reclamar un derecho”. Para el diputado socialista, hay una campaña de difamación contra su persona y muestra de ellos son las declaraciones de quien le ha denunciado al asegurar que “teme algún tipo de represalia”.

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