El acusado de tentativa de homicidio y amenazas por disparar contra dos agentes de la Guardia Civil, de los que uno resultó herido leve, en Sa Pobla en enero de 2015, ha asegurado este lunes que su objetivo no era hacer daño a nadie sino quitarse la vida. «Tuve un mal día», ha declarado en el juicio.
«Cogí la escopeta con la intención de ir al campo a quitarme la vida», ha indicado el acusado durante la primera jornada de la vista que se celebra ante la sección segunda de la Audiencia de Palma, en la que se enfrenta a una petición de cárcel de 17 años y medio.
«No disparé contra ninguna persona, es una locura. Ya es de locos dispararle a un coche. No puedo decir por qué les disparé», ha dicho el acusado.
«No vi a nadie. Disparé dos veces contra la parte trasera del vehículo de la Guardia Civil. Pero no a ellos», ha sostenido el acusado.
El procesado efectuó un tercer disparo contra el balcón de un vecino. El hombre defiende que su intención fue disparar al aire y apoya su tesis argumentando que hacía 30 años que no disparaba un arma y que ésta tenía retroceso.
«Cuando disparé al aire se me encendió una lucecita que me decía que la estaba cagando y ahí supe que me iba a caer la del pulpo», ha dicho el procesado.
Según la versión del acusado, estuvo bebiendo todo el día y se le «cruzaron los cables» cuando discutió con los hijos de su mujer por asuntos económicos. «Ese día fue muy complicado, solo quería irme y pegarme un tiro».
La mujer del encausado ha corroborado la versión del marido afirmando que fue ella que le puso nervioso. «Debí dejar que se fuera con el arma y no habría pasado nada de todo esto. No tendría que haber llamado a la policía».
«Este vecino nos hacía la vida imposible», ha afirmado la esposa del acusado visiblemente nerviosa.
Un agente ha confirmado que el hombre «tenía la clara intención» de disparar contra el balcón de su vecino, un policía local del municipio con el que, al parecer, el acusado había tenido varios altercados.
Los hechos ocurrieron en torno a las 21.00 horas cuando la Guardia Civil acudió al domicilio del acusado alertado por una llamada de una mujer pidiendo ayuda.
Cuando se personaron en el lugar de los hechos, el procesado salió de su domicilio empuñando una escopeta de caza y efectuó dos disparos contra la parte trasera del vehículo oficial y un tercero al balcón de una vivienda del mismo bloque de apartamentos en el que residía el acusado.
La Fiscalía pide 17 años y 6 meses de prisión por doble tentativa de homicidio, atentado a la autoridad y amenazas por disparar contra los agentes.
Además reclama que indemnice con 450 euros al agente que resultó herido, con 1.412 euros a la compañía de seguros que se hizo cargo de reparar el balcón que resultó dañado y con 2.558 euros al puesto de la Guardia Civil por los daños causados al vehículo.
El juicio se reanuda este martes a las 10.00 horas con la declaración de los peritos.