Araceli Currás Bermúdez falleció el 28 de abril pero hasta el día 1 no encontraron su cuerpo, en una casa de campo de Montuïri. Allí cuidaba a los animales que recogía en carreteras y caminos. Sus dos hijos, a través de una campaña de firmas en change.org, piden que la Guardia Civil de Vilafranca investigue el caso porque creen que la muerte no fue accidental.
La autopsia determinó que la mujer, de 55 años, pereció por la ingesta de medicamentos. También hallaron algunos animales muertos en varios puntos de la finca.
Los hijos de la mujer investigaron por su cuenta. Descubrieron que su madre contó a una amiga que sorprendió a dos individuos que entraron en su casa. Además, explican que alguien revolvió la vivienda sin llevarse nada y recuperaron un dossier de la mujer con denuncias a vecinos por agresiones y envenenamiento de animales.