Los once trileros que estaba previsto que fueran juzgados este jueves en Palma están en busca y captura. Los acusados, de origen rumano excepto uno, alemán, actuaban en la Platja de Palma. Allí estafaban y robaban dinero a los turistas mediante el juego del trile. La Fiscalía solicita para ellos penas que suman 41 años de cárcel por delitos de organización criminal, estafa, hurto y robo con violencia. Diez de los encausados están en situación de rebeldía desde la fase de instrucción y el único acusado citado este jueves tampoco se presentó en la Audiencia.
Los trileros iban a ser enjuiciados por diversos delitos cometidos en fecha anterior a junio de 2012. En la organización, detalla el escrito del Ministerio Público, el cabecilla reunía al resto de integrantes en la confluencia de las calles Bianor y Cartago. Allí daba las instrucciones pertinentes para el desarrollo del juego, las estrategias que iban a poner en práctica. Cada uno tenía designado su rol, su función. Había ganchos, que eran quienes atraían a los turistas. Los ganchos hostigadores, por su parte, amenazaban, intimidaban e incluso agredían a los extranjeros para robarles aunque hubieran acertado el cubilete donde se encontraba la ficha. También estaban los aguadores, que avisaban de la presencia policial con tiempo suficiente para desmontar las mesas de juego.