Un juzgado de Palma ha reabierto a instancias de la Fiscalía Anticorrupción la investigación por blanqueo de capitales contra el magnate británico Michael Brown. Una vez que cumple varias condenas en el Reino Unido por robo, falsedad y obstrucción a la justicia, la investigación busca indagar si el gran patrimonio que mantenía en Mallorca, valorado en siete millones de euros, provenía de esas actividades ilícitas.
Brown fue detenido en abril de 2006 en Mallorca. Llevaba años en la Isla y residía en una mansión en Esporles. Tenía tembién una vivienda en Andratx, un Jaguar, un Proche y un jet privado. Desde un piso en Palma manejaba una sociedad que operaba en Londres y Suiza. Entonces llegó una petición de extradición desde el Reino Unido y fue extraditado. Dos años después se fugó con un pasaporte falso. Se refugió en Punta Cana donde vivía a todo tren con una identidad falsa. Fue detenido de nuevo en 2012. Entonces ya había sido condenado en el Reino Unido a siete años de cárcel por una especie de estafa piramidal cuyas víctimas eran multimillonarios. Ha acumulado otras condenas desde entonces. Entre otros, consiguió ocho millones de libras del expresidente del Manchester United, Martin Edwards. En total se le condenó por un fraude de más de sesenta millones de libras (77 millones de euros). De esa cantidad 18 millones permanecen ocultos, según las autoridades británicas.
El juzgado de Palma ha acordado ya tomar declaración en el Reino Unido a Brown en la prisión británica en la que se encuentra. A partir de ahí continuarán las pesquisas. La defensa del investigado ha recurrido contra la reapertura del caso.