Un trabajador que se presentó a primera hora de la mañana de este viernes en una finca de Andratx para cuidar el jardín descubrió que la dueña se encontraba gravemente intoxicada en su habitación, al borde de la muerte. Su intervención evitó un desenlace trágico.
De acuerdo con los datos facilitados por los equipos de emergencia, sobre las ocho de la mañana un jardinero acudió a la finca de Son Pol. Había quedado con Magdalena, la propietaria, a esa hora, pero tras llamar al portero automático nadie contestó. Buscó a la señora y finalmente se encontró con que los perros habían vomitado, aparentemente intoxicados. Muy cerca estaba la mujer de 55 años, en su cuarto, inconsciente y en mal estado. El hombre dio la voz de alarma y a las 8.10 horas la Policía Local de Andratx fue alertada para que se dirigiera sin demora a la finca, junto con dos ambulancias y varias patrullas de la Guardia Civil. Detectaron un intenso olor a quemado y una gran acumulación de monóxido de carbono. Ventilaron todas las dependencias y buscaron el origen de la fuga. Afortunadamente, la mujer reaccionó, pero se encontraba muy mareada y presentaba los típicos síntomas de una intoxicación prolongada de monóxido.
Una ambulancia la evacuó hasta el hospital de Son Espases, donde le realizaron distintas pruebas para calibrar el alcance de la intoxicación. Fuentes policiales informaron que la mujer quemó romero en la chimenea, pero el humo se filtró por el falso techo y mientras ella dormía en su habitación se fue intoxicando sin darse cuenta.