La catedral ha instalado siete cámaras de videovigilancia que rodean todo el perímetro del templo y que han sido colocadas para prevenir daños contra el patrimonio, según confirmó este jueves José Capote, gerente de La Seu.
Hace unos días, los vecinos de Dalt Murada contactaron con el concejal de Distrito porque habían contado al menos siete cámaras perfectamente camufladas en las farolas y no sabían quién las había instalado.
En un primer momento, se les informó que se trataba de una iniciativa del Obispado, pero después el policía de barrio desmintió esta versión y aseguró que se trataba de la empresa de la farolas, que colocaba aparatos para la «alineación» del alumbrado público. Al final, ni una ni otra. Hace un año la catedral entregó un proyecto al Ajuntament solicitando la instalación de una red de cámaras en circuito cerrado, que controlará la policía, para vigilar todo el perímetro. «Se trata de una medida para evitar daños contra el patrimonio, sobre todo ahora que hay tanta psicosis con el terrorismo», añadió Capote. Las cámaras «están ya colocadas, pero aún no han entrado en funcionamiento».
Además, Capote explicó que cuentan con todas las autorizaciones necesarias para grabar en la calle y que no será La Seu la que visionará esas imágenes, sino la policía.