Detrás del atracador que el pasado viernes asaltó la sucursal bancaria de BMN-Sa Nostra de Consell se esconde una dramática historia humana.
El ladrón, un hombre de unos 50 años, natural de Alaró y residente en Consell, había perdido su trabajo unos días antes del robo y tenía contraídas deudas importantes. Fruto de la desesperación, el varón se emborrachó -para coger el valor necesario para asaltar la sucursal- y se lanzó a la aventura.
El robo se cometió sobre las 13,45 horas del viernes en la carretera que atraviesa el pueblo. Allí se encuentra ubicada la entidad bancaria de La Caixa y enfrente otras de BMN-Sa Nostra. El ladrón entró primero en la de La Caixa, pero como había varios clientes y conocía a uno de ellos, dio media vuelta y se fue directo para la otra.