Los últimos tres pisos de un edificio en el centro de Roma se derrumbaron a primeras horas de la mañana de este viernes, sin causar víctimas, ya que había sido desalojado después de que se informase de la aparición de grietas.
La zona, situada en el barrio Flaminio, se ha cortado al tráfico debido a los numerosos escombros caídos, incluida parte del Lungotevere, la carretera paralela al río Tiber y una de las principales vías de la capital, lo que está provocando importantes retenciones.
Los bomberos explicaron que durante la noche fueron evacuadas las diez familias que viven en el edificio después de que una vecina advirtiese de fuertes ruidos y de la aparición de grietas.
Tras la evacuación y mientras se acordonaba la zona a primeras horas de la mañana se produjo el derrumbe de los últimos tres pisos.
Los medios de comunicación italianos hablan de una tragedia evitada ya que el edificio alberga uno de los teatro importantes de Roma, el Olímpico, así como una gran cafetería.
La caída de los escombros ha provocado daños a varios vehículos que se encontraban aparcados bajo el edificio y que no fueron retirados.
Los expertos evalúan las posibles causas del derrumbe y la primera hipótesis apunta a algunas obras que se estaban realizando en uno de los pisos lo que habría dañado la estructura del edificio.