La Policía Local de Palma se siente demasiado herida tras la detención del último agente y este miércoles hizo un amago de rebelión. Desde los sindicatos se convocó una concentración silenciosa para las 10.00 horas de este viernes frente al cuartel de Sant Ferran, contra lo que consideran excesos del juez y especialmente del fiscal que investigan la trama corrupta en el Cuerpo. La convocatoria de la protesta fue corriendo de boca en boca en el cuartel pero horas después se decidió suspenderla.
La gota que ha colmado el vaso y ha provocado el amago de rebelión ha sido la detención de un agente de la patrulla motorizada el pasado martes. Este policía puso una multa a un testigo protegido de la investigación judicial por aparcar en una zona de carga y descarga. Parece ser que este testigo protegido había realizado comentarios en las redes sociales sobre los casos de corrupción policial. Cuando le entregó la multa, el testigo protegido se negó a firmarla. Entonces el policía se la dejó como conductor ausente y le dijo que le podía responder en las redes sociales. Este comentario se efectuó ante algunos testigos. El juez y el fiscal tuvieron constancia del incidente. El policía de la unidad motorizada fue detenido por falsedad documental. Ello se debería a que notificó la multa al testigo como conductor ausente mientras que éste estaba presente pero se negó a firmarla.
El agente detenido no figuraría dentro del núcleo de la trama corrupta, sólo estaría relacionado con este incidente. Tras declarar en el juzgado quedó libre.
Por otro lado, Gumersindo C., uno de los agentes encarcelados por la presunta corrupción fue puesto en libertad el martes.