Un avión postal de la compañía West Atlantic, con un capitán español y un copiloto francés como únicos tripulantes, se estrelló esta madrugada en las montañas de la Laponia sueca, junto a la frontera noruega, por causas desconocidas.
La compañía sueca confirmó este viernes en rueda de prensa la nacionalidad del capitán, de 42 años, y de su copiloto, de 34, con una experiencia conjunta de más de 3.000 horas de vuelo, aunque no facilitó más datos sobre su identidad.
«Tengo que informar sobre este incidente con gran dolor. Lo que no debía ocurrir ha ocurrido», dijo en la sede de la compañía en Gotemburgo (oeste de Suecia) su director ejecutivo, Gustaf Thureborn, que calificó a los pilotos de «competentes» y «con experiencia».
Las autoridades suecas han desplazado a la zona agentes policiales, equipos de rescate y un helicóptero para iniciar una búsqueda que comenzó con retraso por la tormenta de nieve y el frío (30 grados bajo cero) y a la que se le conceden escasas posibilidades de éxito.
El avión, un Bombardier CRJ200 que hacía la ruta entre Oslo y Tromsø (norte de Noruega), envió una señal de socorro poco antes de la madrugada, y minutos después desapareció del radar.
Un caza noruego localizó horas después el lugar del siniestro junto al lago Akkajaure, en la Laponia sueca, en una zona de difícil acceso y a más de mil metros de altitud, donde solo se han encontrado por el momento fragmentos del avión.
Thureborn dijo desconocer si existen indicaciones que apunten a algún fallo mecánico, aunque la compañía ha decidido que permanezcan en tierra los otros dos aviones del mismo modelo que posee hasta que se averigüen las causas del accidente.
Fundada en 1962 en Gotemburgo y con una plantilla de medio millar de empleados, West Atlantic es una de las principales empresas de servicios de transporte de carga aérea en Europa.