Trabajadores de los 22 locales precintados han presentado ante la autoridad judicial varios escritos solicitando la reapertura de los establecimientos comerciales para evitar que varios centenares de personas se queden en la calle. «Somos víctimas de una explotación laboral y lo que pedimos es no serlo por partida doble», añadía uno de los exempleados consultados.
Fuentes próximas al caso apuntan que el número de empleados de los 22 locales precintados (19 en Palma y tres en el complejo Festival Park de Marratxí) sería de entre 200 y 300.
Los restaurantes precintados acumulan deudas contra la Seguridad Social y, en algún caso, servían comida en mal estado. Además, también se investigan posibles casos de 'esclavitud' laboral o presiones de índole sexual a cambio de trabajo.
Los cabecillas de la trama de empresarios acusados de explotar laboralmente a sus trabajadores se enfrentan a una petición de más de diez años de cárcel.