En una vivienda de la urbanización Es Pinaret de Marratxí, un hombre construyó un sofisticado invernadero para el cultivo masivo de marihuana. La Policía Nacional, en septiembre de 2014, detuvo al acusado e interceptó 462 plantas distribuidas en tres salas. En total fueron intervenidos nueve kilos de dicha sustancia valorados en 44.500 euros. La juez impone ahora al implicado una pena de siete meses de prisión y una multa de 6.000 euros. El procesado también realizó una conexión ilegal a la red eléctrica a través de transformadores y temporizadores para evitar la detección del fraude.
En el juicio, celebrado ayer en el Juzgado de Instrucción número 9 de Palma, otro de los encausados, que controlaba y supervisaba la plantación, aceptó una pena de un año de prisión a sustituir por multa de 24 meses, a razón de seis euros diarios. Además, deberá pagar 10.800 euros de sanción.
La magistrada absolvió de un delito contra la salud pública a una tercera persona, hermana de este segundo condenado, que era propietaria de la finca. Ambos hermanos autorizaron al principal implicado el uso de la casa a cambio de 200 euros mensuales, así como facilitarles la droga que precisaran.
Cuando se efectuó el registro en el domicilio, la Policía decomisó 27 lámparas que servían para acelerar el crecimiento de las plantas, termómetros y bombas y depósitos de agua, entre otros utensilios.