La Fiscalía reclama una condena de cuatro años de cárcel para un vecino de Palma al que acusa de golpear a un ciudadano senegalés tras gritarle: «Negro de mierda, vete a tu puto país». El acusado admite que dio un puñetazo en la cara a la víctima pero afirma que fue en defensa propia y negó cualquier móvil racista: «Yo me considero una persona normal y no tengo nada en contra de otras culturas. No dije eso».
La víctima y un compañero suyo pasaban bajo el domicilio del acusado en la calle Marian Aguiló de Palma. Según manifestaron ambos, el acusado se asomó al balcón de su casa y comenzó a gritarles y les arrojó una botella de cristal. Después bajó y, mientras uno de ellos iba a llamar a la policía, agredió al otro. Después el otro ciudadano senegalés regresó y entre él y otros compatriotas acorralaron al agresor y le retuvieron hasta que llegó la policía. El acusado da una versión opuesta de la historia. Señala que se iba a dormir con su mujer cuando oyó gritos en la calle. Se asomó y asegura que los dos senegaleses comenzaron a insultarle y a provocarle. Cuando bajó admite que dio un puñetazo a uno de ellos. Tras ese episodio, señala que fue rodeado por un grupo de personas que le dieron numerosos golpes y le partieron un dedo, algo que las acusaciones atribuyen a la dureza del puñetazo que dio a la víctima.
Un testigo, vecino de otro edificio de la calle, ratifica la versión de la víctima y su compañero.