Alexander Romanov, acusado por la Fiscalía de liderar el desembarco de la mafia rusa en Mallorca, fue trasladado a los juzgados de Vía Alemania este jueves para que le fuera notificado el auto de apertura de juicio oral contra él. Para el simple trámite de apenas cinco minutos, la Policía Nacional diseñó un despliegue de seguridad máximo.
Romanov llegó desde la cárcel en un convoy formado por dos furgonetas y fue escoltado en todo momento por agentes de la Unidad de Prevención y Reacción, algunos de ellos armados con escopetas.
Lo habitual es que estas notificaciones se hagan directamente en prisión a los presos o se les traslade a los juzgados junto a otros reclusos que tienen que pasar por trámites. En el caso de Romanov el traslado fue directo a media mañana.
Fue llevado inmediatamente hasta el juzgado que instruye la causa escoltado por cuatro agentes. Una vez que el funcionario judicial le entregó el auto y la calificación del fiscal bajó las escaleras y fue devuelto al momento a la prisión.
Según la acusación, el matrimonio financió la operación de compra del hotel y su posterior reforma con fondos que provenían de un delito societario en Rusia.