Una pasajera de la línea 25 ha denunciado a un conductor de la EMT por estamparla contra una mampara. Según consta en la denuncia interpuesta en la Guardia Civil de Llucmajor, los hechos ocurrieron hace unas dos semanas.
La pasajera cogió un autobús y «noté como el chófer conducía de forma brusca, dando acelerones y frenazos. A causa de esta conducción negligente un chico que iba de pie perdió el equilibrio. Al bajarme le recriminé dicha actitud al conductor, haciéndole un gesto con las manos para que fuera más despacio». «El conductor, en ese momento comenzó a hacer gestos, llevándose la mano a la boca con un gesto sexual obsceno que lo estuvo haciendo hasta que reinició la marcha», añade.
El pasado martes, sobre las 16.50 horas, la pasajera coincidió de nuevo con el mismo chófer en la parada de Porta des Camp. Cuando iba a pasar su tarjeta le dijo al conductor: «Perdona, que sea la última vez que me faltes el respeto de esa manera». El chófer, siempre según la versión de la pasajera, le contestó: «Que sí gilipollas, que me la chupes». Acto seguido, para evitar más problemas la mujer se introdujo en la parte trasera del autobús.
Cuando llegaron a la parada de la calle Almilcar de s'Arenal, la pasajera pidió al chófer su nombre para presentar una queja, pero éste se negó. Cuando la joven cogió su móvil para hacerle una foto, el conductor sacó el brazo por el agujero que tiene la mampara agarrándola el brazo y empotrándola contra la misma. En ese forcejeo, el móvil -valorado en 700 euros- cayó al suelo y se rompió. La pasajera aporta el parte médico que refleja dermoabrasiones en el antebrazo izquierdo.