Un grupo de gamberros tiene en jaque a los responsables de los parques acuáticos de las playas de Calvià.
De madrugada, los jóvenes se acercan nadando hasta las plataformas flotantes y, además de robar flotadores salvavidas y otros enseres, rompen las balizas de señalización marítima. A consecuencia de ello ponen en peligro la circulación de embarcaciones por la zona, llegando a colisionar algunas de ellas contra las tarimas.
Las tres playas afectadas son las del Oratorio (Portals Nous), la de Magaluf y la de Palmira. Gregorio Rodríguez, responsable de los socorristas y salvavidas de Calvià, afirma: «Estos chicos se enfrentan a la policía y a nuestros vigilantes».