Guillermo Navarro, atendió a Última Hora en su último día como concejal de Seguridad del Ajuntament de Palma. El hasta ahora responsable político de la Policia Local habla claro sobre los temas más delicados de sus cuatro años de gestión.
Según Navarro «los primeros dos años fueron estupendos, el modelo policial era serio. Luego llegó el registro de la Guardia Civil por el caso de las oposiciones y todo se torció. Se rompió la inercia».
El exreguidor afirmó haberse sentido apoyado en todo momento por el alcalde, Mateo Isern. «Le doy las gracias. Pero sobre todo por mi grupo municipal. Ha sido excepcional. Antes, el grupo estaba dividido entre los partidarios de Catalina Cirer y Álvaro Gijón. Esta legislatura no ha sido así».
Navarro lamenta «no haber podido regenerar la imagen del cuerpo. Aquí hay gente muy válida, grandísimos profesionales, y por unos pocos hemos sufrido muchísimo. Es muy injusto: la inmensa mayoría del cuartel son muy serios trabajando.