«Un buen musulmán no trabaja de relaciones públicas en una discoteca de ese tipo». Así comenzó una trifulca entre dos libaneses que se encuentran de vacaciones en Mallorca y un joven que trabaja en una conocida sala de fiestas de la Platja de Palma.
Los dos libaneses, de 25 y 24 años, habían llegado el sábado a Mallorca y se alojan en un hotel de la Platja de Palma. Este domingo, mientras paseaban por la calle Pare Bartomeu Salvà, se encontraron con el empleado de la discoteca y comenzaron a charlar. La conversación fue subiendo de tono hasta acabar en una discusión, en la cual los libaneses le recriminaron que un musulmán como él trabajara en ese tipo de local.
El GAP de la Policía Local acudió en primera instancia y los ánimos se calmaron. El relaciones públicas, de 22 años, no quiso denunciar y los dos turistas se marcharon del lugar. No obstante, al cabo de dos horas regresaron y atacaron al empleado. Uno de los dos libaneses, de gran corpulencia, lo cogió por detrás y trató de agredirlo. Hubo un forcejeo y ambos cayeron al suelo. El otro libanés rompió tres mesas del establecimiento vecino e intentó coger cuchillos de detrás de la barra y de un mueble, pero los trabajadores se lo impidieron. Poco después llegó la policía y detuvo a los sospechosos.