Diez miembros de una familia han admitido este lunes que blanquearon dinero producto del narcotráfico en el juicio celebrado contra ellos en la Audiencia de Palma a cambio de sendas condenas de un año de prisión y cuantiosas multas que suman unos 580.000 euros y cuyo pago evitaría su ingreso en la cárcel.
Inicialmente la Fiscalía reclamaba para doce acusados condenas por blanqueo de bienes y capitales de entre 7 y 4 años de prisión, pero el supuesto cabecilla del grupo murió antes del juicio y la acusación pública ha retirado la petición contra la madre del fallecido tras comprobar que su dinero no tenía el mismo origen que el del resto de los procesados.
En el juicio celebrado ante la sección primera de la Audiencia de Palma, y que ha quedado visto para sentencia, los diez han admitido la autoría de los hechos y han manifestado su conformidad con el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y las defensas, así como con la penas y responsabilidades que se solicitan para ellos.
Ante el fallecimiento del líder, la Fiscalía ha retirado la consideración de que formaban una organización dedicada al blanqueo y cada uno de ellos responderá de forma individual por el dinero que ha admitido haber lavado.
En contrapartida a la aceptación de los delitos que se les atribuyen, se les aplican las atenuantes de confesión y la muy cualificada de dilaciones indebidas, puesto que el proceso judicial contra ellos se inició en 2003.
Multas
Todos han asumido condenas de 1 año de prisión, sustituibles por sendas multas de 7.200 euros (72.000 en total), así como otras multas que, en función de los fondos blanqueados, van de los 9.000 a los 112.000 euros, y suman en total 579.500 euros.
Además se decomisan los vehículos adquiridos para blanquear, así como el dinero que tenían en las cuentas bancarias, procedente del narcotráfico. Los inmuebles que adquirieron se mantendrán embargados hasta que paguen las multas.
Entre 1995 y 2001 todos los acusados adquirieron varios vehículos y propiedades inmobiliarias y realizaron numerosos movimientos de elevadas cantidades de dinero en efectivo entre distintas cuentas bancarias a pesar de que carecían de ingresos estables y solo cotizaron a la Seguridad Social durante períodos breves o no cotizaron, según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía.
Una de las acusadas, que compró un piso y un coche, movió más de 1,1 millones de euros de varias cuentas e incluso formalizó un préstamo por 1.800 euros, únicamente cotizó a la Seguridad Social durante 23 días.
La fiscalía considera que tenían pleno conocimiento de la procedencia ilícita del dinero y de que con la adquisición de propiedades e ingresos en efectivo «ocultaban el origen» de las ganancias obtenidas del tráfico de estupefacientes.
Solo los inmuebles que adquirieron están valorados en 583.478 euros, los vehículos en 67.214 y el dinero intervenido en las cuentas bancarias de los acusados alcanza los 34.000 euros.