La Policía Nacional se ha incautado de un centenar de plantas de marihuana y una pequeña cantidad de hachís en el edificio de la calle Joaquín Caldentey, en la barriada palmesana de sa Vileta, donde el martes por la noche se desplomó la balaustrada.
Tras el derrumbe, los bomberos y la policía que acudieron a interesarse por lo ocurrido advirtieron un inusual movimiento de gente que entraba y salía de la finca, con aparente prisa. Tras una inspección, se descubrió que en una parte del edificio algún vecino escondía una plantación de marihuana y, tras la caída de la balaustrada, decidió sacarla apresuradamente para que la policía no la descubriera.
Este miércoles los agentes Antidroga regresaron a la casa para seguir con las pesquisas. Los técnicos municipales también examinaron la construcción, pero por un motivo muy distinto: saber si había riesgo de derrumbe en otras zonas del inmueble.