Un conductor de unos 25 años fue detenido la madrugada del viernes en Palma por la Policía Local, después de dar positivo en una primera prueba de alcoholemia, negarse a realizar otra y enfrentarse a los agentes.
Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la madrugada. La Policía Local había montado un control preventivo en la calle Federico García Lorca. Un conductor, al ver el dispositivo, frenó e intentó aparcar a su izquierda.
Los agentes fueron hacia él y al detectar que podía ir ebrio le pidieron que hiciera la prueba de alcoholemia. El joven, que iba acompañado de su mujer, tuvo que esperar a que la realizara una conductora.
En ese momento se empezó a poner nervioso e increpó a los agentes diciendo que su hijo de dos meses que tenía asma estaba en casa de un familiar y tenía que ir a recogerlo. También dijo en tono amenazante que si le pasaba algo sería culpa de los agentes. Los policías le recordaron que eran las cinco de la mañana y si su hijo estaba con un familiar estaría bien. El conductor, natural de Colombia, realizó la prueba de alcoholemia mal y aún así triplicó la tasa permitida. Después se negó a realizar otra y se siguió enfrentando a los policías, y acabó detenido por ambos motivos.