Cuando los bomberos intentaron acceder a la casa en llamas del hombre fallecido en General Riera se encontraron con una gran cantidad de basura acumulada.
Al parecer, la víctima sufría el síndrome de Diógenes y en algunos puntos del piso había más de un metro de cajas, libros y enseres recuperados de los contenedores de la calle.
«Hemos retirado casi 8.000 kilos de basura, pero aún queda mucho más en el interior», explicó este martes uno de los operarios de Emaya que participó en las tareas de limpieza de la calle, en la esquina con Sant Josep de la Muntanya.
Los trabajadores, provistos de monos blancos especiales, colocaron un contenedor en la calle y con un sistema de tubos arrojaron la basura del segundo piso siniestrado al container.
Sobre el origen del siniestro, todo apunta a que la llama de una vela que cayó en la medianoche del domingo fue la que causó el fuego, que se propagó con inusitada virulencia por la fachada exterior, el patio interior y toda la casa. Los vecinos explicaron que en el piso no había electricidad y que la víctima tenía velas «por toda la casa y las encendía de noche».
La Policía Nacional y los bomberos de Palma creen que el incendio fue fortuito.
De los 32 pisos distribuidos en las ocho alturas del edificio, un total de 24 resultaron con daños de distinta consideración.