Monseñor Javier Salinas acudió el domingo a la parroquia de Sant Antoni Abat de sa Pobla para presidir la Eucaristía dominical con todos los feligreses tras la polémica suscitada por las denuncias de presuntos abusos sexuales que afectan a su rector.
La misa estuvo presidida por el obispo de Mallorca y concelebrada por el vicario general de Mallorca, Antoni Vera; el rector de Muro, Pere Fiol y por el padre Miquel Mascaró (miembro de los Misioneros de los Sagrados Corazones).
La expectación era máxima y entre los asistentes -iglesia prácticamente llena- se encontraban representantes de las cofradías, concejales del Ajuntament, colaboradores y agrupaciones vinculadas a la Iglesia.
«Mientras no se demuestre lo contrario, las personas que han sido acusadas son inocentes. Tendrán que demostrarlo. Todos nos encontramos en la vida dificultades y debilidades. Eso siempre está ahí, pero ante las dificultades nosotros tenemos que buscar la verdad de las cosas y, sobretodo en estos momentos, dejarnos iluminar por nuestra fe». Con estas palabras defendió monseñor Javier Salinas la presunción de inocencia del los sacerdotes salpicados por las denuncias de presuntos abusos sexuales y pidió «tiempo y serenidad» a los fieles.