La operación 'Portoria-Autocarrusel' se ha saldado con la detención de 35 integrantes de una organización criminal internacional dedicada al fraude del IVA a través de la compraventa simulada de vehículos y del blanqueo de capitales. Un total de 31 detenidos en Tarragona, uno en Baleares y tres en Francia.
Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, hay siete autos judiciales de ingreso en prisión para detenidos, entre los que se encuentran los máximos responsables, los gestores y varios colaboradores. Dos de los tres detenidos en Francia también han ingresado en prisión, y otros cuatro han sido extraditados a Francia.
Además, en el marco de la operación se han practicado 15 registros en domicilios, despachos profesionales y oficinas de varias localidades de Tarragona y dos en Perpignan y Provenza (Francia), donde se han intervenido cinco armas, 18.000 euros en metálico, material informático, dispositivos móviles y abundante documentación. La red ha podido llegar a defraudar más de veinte millones de euros.
La investigación se inició en el año 2011 en Francia, a raíz de una información facilitada por las autoridades francesas en el marco de una investigación que se estaba realizando por delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal y estafa supuestamente cometidos por un grupo organizado.
A raíz de varias inspecciones efectuadas por la Administración Tributaria francesa, se puso de manifiesto la existencia de una organización criminal asentada en diferentes países de la unión europea dedicada al fraude en el IVA relacionado con la importación y la exportación de vehículos.
Por tal motivo, el pasado día 28 de enero se puso en marcha la operación mediante un Equipo Conjunto de Investigación (ECI), coordinado por Eurojust, creado con el fin de desarticular la organización, dando como resultado la detención de sus integrantes.
SOCIEDADES ESPAÑOLAS PARA DEFRAUDAR EL IVA
Para defraudar el IVA en Francia, la organización contaba con numerosas sociedades españolas, propiedad de ciudadanos franceses y controladas por una central de compra de vehículos instalada en Torredembarra y en Cambrils (Tarragona), con la finalidad de defraudar grandes cantidades del dinero generado por esta actividad comercial.
El circuito de facturación creado en todo el proceso se basaba en una simulación de venta de vehículos usados en Francia en el que se aplicaba el Régimen Especial de Bienes Usados (REBU) en vez de aplicar el IVA, de un valor impositivo superior. La organización a través de la central de compras establecida en España emitía facturas falsas, para trasladar los vehículos desde Alemania hasta Francia sin pasar por España.
Este circuito de facturación simulada conseguía que no se declarase el IVA integrado en la venta de vehículos, multiplicando y simulando diferentes operaciones comerciales entre diferentes países de la UE, en especial España, Rumania, Bulgaria, Portugal e Italia.
ESTRUCTURA DE LA ORGANIZACIÓN ESPAÑOLA
En España, la organización se había dotado de una estructura compleja que consistía en la creación de una red societaria constituida con diversas compañías que tenían que disponer de un Número de Operador Intracomunitario (NOI) inscritas en el Registro de Operadores Intracomunitarios (ROI) con el objetivo de fingir la importación de vehículos desde Alemania, para venderlos posteriormente de forma ficticia a Francia.
La central de compras que gestionaba la compraventa ficticia de los vehículos generaba gran cantidad de facturas falsas y grandes cantidades de dinero. La compraventa de vehículos realizados desde la central de compras generaba diversos movimientos bancarios en varias cuentas. El responsable de la organización se lucraba de los beneficios obtenidos mediante una red de colaboradores y testaferros con la finalidad de ocultar tanto el origen como el destino del dinero. Con estos beneficios se realizaban operaciones inmobiliarias y financieras.