Después de casi cuatro días en estado crítico en la UCI del Hospital de Inca, ha fallecido Alfonso Navarro, el windsurfista de 34 años que el lunes fue sacado inconsciente en aguas de sa Marina, en Alcúdia.
Licenciado en Historia del Arte, Alfonso también impartía clases de inglés. Su auténtica pasión, empero, eran los deportes. Practicaba casi a diario windsurf en la playa delante de su casa, en sa Marina, y también era un apasionado de la escalada de rocas junto al mar (bulder) o del mountain bike. «Tenía un físico que le permitía hacer cualquier deporte, estaba muy en forma», recordó ayer Carlos, uno de sus numerosos amigos.
El lunes 26 de enero salió solo a practicar windsurf, provisto de su casco protector y de su cámara GoPro, que había comprado recientemente para grabar en vídeo sus jornadas de mar sobre la tabla.
Al poco tiempo de meterse en el agua, algo le sucedió. En un primer momento se pensó que se había golpeado con la tabla, pero parece ser que la grabación de su cámara sólo muestra que cae tras un giro normal. Era poco después del mediodía y Alfonso ya no recuperó la consciencia.
Los investigadores creen que pasó al menos veinte minutos en el agua, hasta que su cuerpo fue arrastrado a la playa y fue descubierto por un aficionado al kitesurf, que lo rescató. Entre él y otros deportistas empezaron a reanimarlo y pudieron recuperarle el pulso, aunque sus constantes vitales eran muy débiles.
Los médicos de una ambulancia siguieron con las tareas de recuperación y Alfonso ingresó con vida en la UCI del Hospital de Inca. Sin embargo, no había margen para la esperanza: sus daños cerebrales eran irreversibles y su estado empeoró hasta que el jueves por la tarde falleció.