El alcalde de Palma, Mateo Isern, aseguró este jueves que la corrupción en la Policía Local «es un problema endémico, no de modelo de gestión». Tras las comparecencias de los regidores Álvaro Gijón y Guillermo Navarro, el alcalde tomó la palabra para reiterar que asume su responsabilidad porque los hechos se han descubierto durante su mandato. No obstante, advirtió que «cuando se vayan detallando los hechos, a lo mejor una parte extraordinariamente importante no ha ocurrido esta legislatura por lo que difícilmente podríamos intervenir». Por ello, el alcalde pidió «prudencia y que se reconozca que es un problema endémico, no de un modelo de gestión».
«Es una vergüenza para todos los que hemos tenido responsabilidades de gobierno, yo las asumo ahora», confesó el alcalde, que pidió disculpas por no haberlas detectado antes. Isern aseguró que su «máxima preocupación es la Policía Local y le dedico todo el tiempo». En este punto, destacó la creación de una unidad de asuntos internos. Además, defendió la gestión del regidor de Seguretat Ciutadana, Guillermo Navarro, y del Comisario Jefe, Joan Mut, al frente de la Policía Local.
Navarro repitió las explicaciones durante su comparecencia; aseguró que cualquier persona que ostentase su cargo tendría que haber firmado el expediente a un testigo de la Fiscalía. Además, subrayó su colaboración con la Fiscalía.
La comparecencia del regidor del área delegada de Seguretat Ciutadana, Álvaro Gijón, -a petición de MÉS- provocó uno de los momentos más tensos del pleno. El portavoz de los ecosoberanistas, Antoni Veger, sometió a un auténtico interrogatorio a Gijón y denunció la «connivencia entre grandes empresarios del ocio, el PP y la policía».