El alcalde de Sineu, Pere Joan Jaume (PP), tiene previsto a principios de 2015 llenar el pueblo de cámaras de vigilancia y acabar así con la delincuencia, actos vandálicos y controlar las zonas más conflictivas.
Con un coste de algo más de 11.000 euros, el pueblo de 3.900 habitantes será vigilado por 15 vídeo-cámaras.
«La empresa que nos las instala está pidiendo todos los permisos a la Delegación del Gobierno y estarán debidamente señalizadas. Las estamos instalando en el cementerio, en el Punt Verd, en el Instituto, la antigua escuela donde ahora se ubica la escuela de música, el parking municipal etc... Se trata de puntos conflictivos», comenta Pere Joan Jaume.
La instalación de estas cámaras no está exenta de polémica. A parte del coste para las arcas municipales que representa la compra del material, la puesta en marcha y mantenimiento, uno de los puntos más sensibles es saber quién controlará la información.
«No voy a facilitar quienes serán las personas autorizadas. No quiero hacerlo público. Estoy estudiando la posibilidad de la Policía Local, o si nombraré a un empleado del Ajuntament como responsable. También estoy barajando la posibilidad, no tengo nada decidido, de instalarme una aplicación en mi móvil para poder controlarlas», concluye el alcalde.