«No, si encima tendré que dar las gracias de que mi madre esté viva». El hijo de la conductora herida el viernes en la autopista de Inca al recibir el impacto de una piedra lanzada desde el puente de Son Cladera se mostró ayer indignado por lo ocurrido y aseguró que tiene intención de «ir hasta el final para que estas cosas no vuelvan a pasar».
«El que tiró la piedra no la dejó caer, sino que la lanzó con fuerza en diagonal contra el coche. Está claro que quería hacer daño y es un asesino en potencia. La piedra atravesó el cristal, le dio a mi madre en un brazo, pasó entre los dos asientos delanteros y después dio en la sillita de mi sobrina. Si ella hubiese ido en el coche estaríamos hablando de una tragedia, pero lo que es increíble es tener que dar las gracias de que sólo haya pasado esto», agregó.
El joven presentó la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil. Su madre, de 62 años, sufrió una fractura de la muñeca derecha y diversos cortes pequeños en la cara por el impacto de los cristales. Fue trasladada al hospital, donde le realizaron varias pruebas y, una vez que le escayolaron el brazo, pudo abandonar el centro.