El pasado 16 de octubre tres médicos forenses fueron ‘instados' por la directora del Instituto de Medicina Legal de Palma, Aina Estarellas, a bajar al sótano quemado en el incendio de hace unos días. El objetivo era eliminar archivos calcinados y los trabajos duraron veinte minutos. La polémica ha saltado porque el recinto se encuentra en unas condiciones lamentables y parte del falso techo amenaza derrumbe.
Para la operación se pusieron trajes especiales y mascarillas, y estuvieron trabajando en el sótano calcinado durante veinte minutos. Estarellas también bajó con ellos. El falso techo de ese recinto quedó arrasado por el fuego y algunos tramos amenazan con desplomarse, según indicaron las fuentes consultadas.
Uno de ellos parece ser que después se sintió mal, aquejado de mareos, según han referido en fuentes sindicales. El arquitecto de Justicia, en cuanto supo lo que había ocurrido, desaconsejó que los forenses volvieran a bajar al sótano destruido, ya que el peligro de derrumbe de parte del falso techo era real.
Las mismas fuentes han añadido que los tres forenses y la directora no eran las únicas personas que trabajaron en ese recinto tan peligroso. También entraron en el lugar las secretarias de los juzgados de lo Contencioso, seleccionando expedientes.