Raúl Prieto, especialista en supervivencia, se salvó de tener un percance con un cable de acero gracias a una tórtola.
El fundador de la asociación Lince Ibérico, que instruye a montañeros, policías y militares, practicaba enduro el pasado miércoles por un camino rural de Cala Pi y circulaba a una velocidad elevada. Divisó a lo lejos un ave «suspendida» en medio del camino. La tórtola descansaba sobre un cable de acero que alguien había puesto en el camino.
El cable había sido enrollado al tronco de un árbol y después ya tensado, a otro tronco, en el otro extremo del camino. Lo habían colocado a una altura tal, que si un motorista o un ciclista pasaba por allí podía sufrir una herida muy grave a la altura del cuello.
Ahora, la Benemérita ha abierto una investigación para aclarar quién colocó el cable.