Un día después de que a un agente se le escapara un disparo fortuito durante una reunión de policías que iban a entrar de servicio, otro funcionario ha denunciado que varios compañeros lo amenazaron de muerte en relación al incidente. Según P.B.G., las cámaras del cuartel recogieron el acoso que sufrió, por lo que pide que sean visionadas por la cúpula policial.
Según la denuncia presentada ayer por el policía, cuando llegó al cuartel a las seis y media de la mañana se dirigió a la sala de lista donde un grupo de policías allí reunidos salía «haciéndome el vacío». Luego, uno de ellos le golpeó en el hombro y los agentes lo rodearon: «Me insultaron de forma repetida y yo les dije que no iba a responderles».
Después, según la versión de P.B.G., él salió al pasillo y le siguió un compañero, «que escupía al suelo y me hacía el gesto como de cortarme el cuello».
«Las amenazas y vejaciones contra mí por parte de algunos mandos no son nuevas, se remontan a 2003. Yo las he aguantado, sufriendo depresiones y ataques de angustia, pero otros compañeros no han podido». P.B.G. sostiene que lleva más de una década «viviendo un infierno» y reclama al ayuntamiento de Calvià una indemnización de 108.000 euros por los daños morales sufridos.
En la denuncia se apunta a cinco policías como los causantes del «mobbing» a P.B.G, entre ellos tres altos mandos. Uno de ellos es José Antonio Navarro, el ex jefe de la Policía Local de Calvià que actualmente está en prisión por el caso de la corrupción en Magaluf.