Después de numerosas gestiones realizadas por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, se ha conseguido que una juez dicte una orden de alejamiento sobre Nicolás, el delincuente al que se le prohíbe acercarse a menos de tres kilómetros de distancia del centro de Palma y de la Platja de Palma.
Si incumple la orden de alejamiento estaría cometiendo un delito penal de mayor calado, y si es reincidente podría ingresar en prisión. Nicolás es un ladrón de nacionalidad rumana que cuenta con una dilatada carrera como carterista profesional.
En lo que llevamos de año, los juzgados han dictado unas 50 órdenes de alejamiento, pero todas ellas eran de una distancia de 500 metros. En esta ocasión, la autoridad judicial marca un radio de prohibición mayor para evitar que pueda perpetrar nuevos robos.
Se trata de la primera orden de alejamiento de estas características que dicta un juzgado en Baleares.