«Joan Darder manifiesta que renuncia, movido por la fraternidad cristiana y la fraternidad sacerdotal, a toda clase de acciones civiles y penales dimanantes de los hechos objetos de este juicio y se aparta del procedimiento, interesando además que no se celebre la vista y el archivo de las actuaciones». El canónigo de la Seu registró ayer en el Juzgado de Instrucción 1 de Palma un escrito en el que deja sin efecto su denuncia por lesiones contra el expárroco de Sant Sebastià de Palma, Alfredo Miralles. Ambos estaban citados el próximo día 16 para celebrar un juicio de faltas en el que el primero mantenía la acusación contra el segundo por una agresión.
Darder acudió a la policía el pasado mes de marzo para contar que se había cruzado con Miralles cerca de plaza de Espanya y que éste le había agarrado del cuello y abofeteado. El agresor le reprochaba una supuesta participación en denuncias de trasfondo sexual.
La causa fue tramitada como una falta por un juzgado de Palma, lo que implicaba que Miralles podría ser condenado a una multa. Ese tipo de procedimientos queda automáticamente cerrado cuando el denunciante se retira, no implican instrucción y no las mantiene de oficio el fiscal. De esta manera ninguno de los dos clérigos comparecerán y el asunto quedará en nada.
Este es el segundo escollo judicial que sortea Miralles en poco más de una semana después de que el mismo juzgado archivara una investigación por abusos sexuales. Esta causa se abrió tras la denuncia de un exempleado de la parroquia y tras numerosas tomas de declaración de testigos quedó descartado que hubiera indicios de esos hechos.