La Guardia Civil ha imputado al médico responsable de un centro de reconocimiento de conductores de Mallorca por expedir los certificados necesarios para que un hombre que solo ve por un ojo ejerciera como conductor de autobús, algo que prohíbe la ley.
Según informa en un comunicado el instituto armado, la investigación se inició a raíz de la sospechas de que un hombre conducía autobuses de pasajeros para una empresa del ramo pese a que carecía de visión en un ojo.
Los agentes comprobaron que el profesional, que llevaba más de tres décadas al volante, contaba con los preceptivos permisos de conducción sin restricción alguna, pero cuando se entrevistaron con él comprobaron que, efectivamente, era tuerto desde la adolescencia.
Entonces, los guardias civiles responsables del caso se dirigieron al centro de reconocimiento de conductores que había expedido los últimos certificados de aptitud al chófer e imputaron al titular de la empresa, un médico de 60 años identificado como V.T.R., por haberle avalado sin realizar las pruebas pertinentes.
Además, Tráfico ha retirado el carné al conductor tuerto.