La Guardia Civil sospecha que al empresario mallorquín Gabriel Català Rufino, de 46 años de edad, le mataron unos ladrones al verse sorprendidos. La Policía Judicial no descarta ninguna línea de investigación pero, según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora, la principal hipótesis con la que trabajan los investigadores apuntan en la dirección del robo.
Uno de los puntos más importantes y claves del crimen es la localización de varios cartuchos en la vivienda. Este punto indicaría que, al menos, se efectuaron varios disparos de escopeta. Ahora falta por concretar si la víctima se defendió.
La autopsia practicada dictaminó que el director general de viajes Urbis y Quick Travel murió recibiendo un disparo en el abdomen a escasa distancia. Al mismo tiempo, también destapó otros aspectos muy interesantes para los investigadores, tales como que la víctima presentaba señales de violencia (golpes) en el cuerpo.
Los expertos de la Policía Científica trabajan, desde el sábado a las 20.30 horas, en el análisis de toda la lujosa vivienda con la finalidad de localizar algún tipo de marcas extrañas en zonas de la casa. Se investiga si los ladrones estuvieron buscando dinero o una caja fuerte.
Por el momento, el hermetismo de la Guardia Civil es máximo por cautela y se mantiene el secreto del sumario dictado formalmente por la jueza que instruye el caso. Otro punto importante de la investigación es la declaración de los familiares que hallaron el cuerpo sin vida de Gabriel y de algunos vecinos. Una de las persianas del inmueble apareció fracturada y todo apunta a que fue por allí por donde los ladrones accedieron al interior de la casa.
A pesar de que la hipótesis del robo es la que cobra más fuerza en las pesquisas, los investigadores mantienen otras líneas abiertas tales como un posible ajuste de cuentas.