El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, afirmó ayer que «es demasiado pronto» para decir qué causó el siniestro del avión de la compañía española Swiftair en Mali, pero señaló que, ante las malas condiciones meteorológicas, los pilotos mallorquines Agustín Comerón y Bel Gost pidieron desviarse de su trayectoria y dar marcha atrás.
«Es demasiado pronto para tener certidumbres sobre las causas del accidente», subrayó Fabius en una conferencia de prensa dedicada al vuelo de Air Algérie (operado por Swiftair) entre Uagadugú y Argel que se estrelló el pasado jueves con 118 personas a bordo, incluidos los seis miembros de la tripulación, de nacionalidad española.
Pero Fabius añadió que lo que se sabe «a ciencia cierta es que esa noche las condiciones meteorológicas eran malas, que la tripulación del avión había pedido desviarse y luego retroceder antes de que se perdiera el contacto» con el aparato.
También hizo mención a que los fragmentos de la aeronave que se han encontrado en la sabana del este de Mali, «de pequeño tamaño», están esparcidos por un espacio limitado de 300 metros por 300 y que los restos humanos «están pulverizados». Esos elementos darían a entender que el MD-83 no explotó en vuelo y que se estrelló a gran velocidad contra el suelo, lo que provocó su práctica desintegración.