Un británico de 20 años ha sido trasladado con síntomas de paraplejía, en un helicóptero desde Eivissa hasta el hospital de Son Espases después de beber alcohol y arrojarse esta madrugada a una piscina con poca profundidad, han indicado este lunes fuentes sanitarias.
El hecho ha ocurrido en una vivienda de un particular ubicada en la calle Mirador, de la zona turística de Cala Tarida.
El joven, que se encontraba bajo los efectos del alcohol, se echó de cabeza a la piscina sin percatarse que esa zona tenía una profundidad de 1,30 metros.
El joven ha sufrido un importante golpe con la cabeza que le ha provocado las lesiones, ha precisado el Área de Salud de Ibiza y Formentera.