Lo que faltaba: ahora las bandas de menores también se apuntan a la bacanal delictiva de Punta Ballena. Ayer de madrugada, la Policía Local de Calvià detectó a unas adolescentes rumanas que ya habían sido expulsadas de la Platja de Palma por espiar y desvalijar a turistas que hacían el amor de noche en la arena.
A Punta Ballena, presumiblemente, no iban a escuchar música Dance. Los agentes las siguieron y comprobaron que estaban acechando a los turistas borrachos que acaban su noche de alcohol y sexo en la playa. Con disimulo, estas bandas especializadas en robos playeros se acercan a las parejas que retozan y les sustraen móviles, la cartera o dinero en efectivo.
Tres de las menores rumanas fueron interceptadas allí mismo por los agentes municipales, pero después quedaron en libertad debido a su edad. Dos adolescentes más consiguieron evadirse entre los miles de turistas que abarrotan los fines de semana la calle de Punta Ballena. Tanto la Benemérita como la Policía Local han detectado que últimamente muchas organizaciones mafiosas utilizan a menores para perpetrar los robos, a sabiendas de las dificultades policiales para intervenir con adolescentes.
Más incidentes
Además de este episodio con las niñas rumanas, los agentes de la Policía Local interceptaron a los dos ocupantes de un ciclomotor que circulaba de madrugada en dirección contraria y que supuestamente acababan de sustraer un móvil de última generación.
Por su parte, la Guardia Civil informó de una pelea entre británicos en la playa de Magaluf, que se saldó con varios detenidos. Pese a todo, fuentes policiales calificaron la noche de «más o menos tranquila en Punta Ballena». «Que aquí tengamos peleas, robos y persecuciones es lo más normal del mundo», añadió la misma fuente.