Nueva estrategia contra los hurtos en el centro de Palma. Dos juzgados han impuesto órdenes de alejamiento de las calles más comerciales de Ciutat a un grupo de ocho personas, todas ellas de nacionalidad rumana, a las que la policía atribuye formar una organización estable dedicada a cometer pequeños hurtos en tiendas. Tres fueron arrestados la semana pasada y otros cinco fueron puestos ayer a disposición judicial. Todos ellos tienen detenciones previas y, sobre todo, identificaciones policiales siempre por los mismos robos menores.
La reacción ha sido establecer un perímetro del que estas personas tienen que permanecer alejadas. Incluye las calles Sant Miquel, Sindicat y Jaume II, las plazas de la Reina, Mayor y Joan Carles I y los paseos del Born y Jaume III. Ninguno de estos detenidos puede aproximarse a menos de 200 metros de estas zonas, lo que, en la práctica excluye casi todo el centro de Palma. A partir de ahora si la policía les encuentra en esta zona serán detenidos por un delito de quebrantamiento, no por una mera falta de hurto. Esta misma estrategia se aplicó el año pasado con éxito a grupos de 'claveleras' y de trileros en la Platja de Palma.