Todo ocurre en Magaluf, al menos últimamente. Tres intoxicados, un herido, un piso destruido, varios afectados y 18 vecinos rescatados es el balance de un pavoroso incendio que se declaró ayer por la mañana en unos apartamentos de ese núcleo turístico de Calvià. La Guardia Civil está investigando el origen del fuego y todo apunta a que una extranjera que manipulaba un spray con un mechero causó el siniestro por accidente.
Faltaban cinco minutos para las ocho de la mañana cuando los vecinos del edificio rotulado con el número 11 de la Avenida Olivera escucharon gritos de un segundo piso. Instantes después, unas grandes llamaradas se propagaron por el piso y los equipos de emergencia comenzaron a recibir llamadas de auxilio. Una gran humareda inundó el pasillo y evitó que los residentes en el complejo pudieran salir por la escalera principal, por lo que muchos vecinos quedaron atrapados en sus viviendas y empezaron a pedir ayuda desde sus balcones.
Los primeros en llegar fueron unos empleados de la empresa de limpieza Calvià 2000, que en primer lugar Rafael Cortés salvó a un bebé de dos meses que una madre le tiró desde un balcón. Luego acudieron en auxilio de un padre atrapado con sus dos hijos, de tres y seis años. Al primero de ellos José Luis Vicho lo recogió sin problemas pero cuando el progenitor tiró al segundo niño, más mayor que el primero, José Luis se lesionó una mano y la espalda con su heroica actuación. Afortunadamente, evitó que el menor se estrellara contra el suelo. No obstante, posteriormente hubo de ser ingresado en un hospital debido al humo inhalado y a las lesiones en la muñeca y la espalda. Rafa y Paqui, otra trabajadora de Calvià 2000, ayudaron a poner a los niños a salvo.
«La gente gritaba pidiendo ayuda, han sido momentos de mucha tensión», contó un comerciante de la zona, que presenció las labores de extinción. En el gran operativo formado por los bomberos de Santa Ponça se sumaron bomberos de Palma, que acudieron en apoyo de sus compañeros dada la gravedad del siniestro. Policías locales, guardias civiles y ambulancias prestaron apoyo a los tres intoxicados por el humo y al lesionado. El arquitecto municipal inspeccionó la finca y no detectó daños estructurales. La Policía Judicial, por su parte, buscó a la joven que provocó el incendio, y que desapareció cuando se iniciaron las llamas. Se trata de una extranjera que trabaja en un pub de la zona y que estaba manipulando un spray y un mechero en el balcón, cuando se produjo la llamarada que inició el siniestro. Sus amigos, que estaban en la sala, han confirmado esta versión, pero los agentes seguían buscando ayer por la tarde a la joven para tomarle declaración. «No hay constancia de que se haya dado a la fuga, pero tenemos que hablar con ella», informó un portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Palma.
Siniestro total
El piso donde se inició el fuego quedó en estado de siniestro total y al parecer había sido alquilado a unos jóvenes. Los bomberos que trabajaron en la extinción de las llamas explicaron que había sido una actuación «muy compleja» porque había muchas personas atrapadas y el fuego se propagaba con celeridad. A las nueve de la mañana, una hora después, los bomberos se hallaban exhaustos, tendidos sobre la acera y bebiendo para hidratarse. Magaluf sigue siendo una pesadilla para los servicios de emergencia.