Marc Grob sólo llevaba unas horas en Mallorca. El joven alemán, de 20 años, se precipitó en la madrugada de ayer desde unos diez metros de altura en el hostal que él y sus amigos ocupaban en Cala Rajada. Su estado es crítico y permanece ingresado en el hospital de Son Espases.
Los turistas se alojaban en la habitación 501 del hostal Alzina, ubicado en la calle Agulla. Tras dejar sus pertenencias en la habitación, los diez alemanes se fueron de copas por esa zona y, uno a uno, se fueron desperdigando.
Regresó al hostal
Sobre las tres y veinte minutos, Marc comunicó a sus compañeros que había bebido mucho y se encontraba mal, por lo que regresó a su hotel. A los cinco minutos llegó, se cerró con llave por dentro y se metió la llave en el pantalón, y luego salió al balcón. Allí, parece ser que le dio un desmayo o un vahído, porque cayó desde el tercer piso y se estrelló contra la entrada del edificio.
Un camarero avisó a una patrulla de la Policía Local, que llegó a esa dirección enseguida. La actuación de los agentes fue vital para salvarle la vida al muchacho, que sangraba por los oídos y la nariz y apenas tenía constantes vitales. Los agentes, al ver que perdía el débil pulso que todavía presentaba, iniciaron las tareas de reanimación durante veinte minutos. En ese intervalo llegó el médico del PAC de Capdepera, con una enfermera, y los policías continuaron con la reanimación diez minutos más.
Después, llegó la doctora del 061 desplazada desde Manacor y el joven fue estabilizado. Su estado seguía siendo crítico y la ambulancia lo trasladó directamente hasta la UCI de Son Espases.
La Guardia Civil, acompañada de la Policía Local, registró la habitación 501 y no encontró indicios sospechosos. De hecho, la puerta estaba cerrada y no había podido entrar nadie. No se hallaron indicios de pelea o violencia, y todo apunta a que Marc Grob cayó de forma accidental, cuando se asomó por el balcón.