Mucho se ha hablado estos días de la existencia de una droga que vuelve caníbal a quien se la toma, con episodios de violencia extrema y mordiscos, todo ello después de casos con síntomas similares en Mallorca y en Miami, aunque, según los expertos, es una serpiente de verano alentada por los medios.
Un portavoz de Energy Control, el programa de análisis de drogas de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), ha informado a Efe de que esta droga es relativamente nueva y se llama Metilendioxipirovalerona (MDPV), aunque ha asegurado que en ningún caso lleva al canibalismo.
Este producto se incluiría entre las llamadas drogas emergentes que se comercializan legalmente como «sales de baño» a través de internet, sin que exista un control para su consumo.
Desde Energy Control han atendido a diversos usuarios de esta sustancia desde el año 2009 hasta 2012 y nunca han detectado que tuvieran un comportamiento caníbal.
ABD ha recordado que en mayo de 2012 se produjo una agresión con mordiscos en la cara a un indigente en Miami, que se atribuyó de forma «falsa» al uso de MDPV, pero los resultados de los análisis del atacante descartaron la presencia de esta sustancia, bautizada ya como «droga caníbal».
Además, Energy Control ha indicado que esta sustancia, que se comercializa como sales de baño, tiene propiedades farmacológicas muy parecidas a las anfetaminas y como todos los estimulantes de este tipo provocan efectos como la euforia, energía o eliminación del cansancio en los usuarios pero no «ataques caníbales».
Por su parte, el director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Calderón, ha subrayado que el tema de la «droga caníbal» está creando una alarma social «innecesaria» sobre un hecho que «no está claro».
Para Calderón, lo preocupante es que haya drogas, como la MDPV, que se comercializan como «sales de baño» a través de internet sin que exista un control sobre si las pueden consumir las personas.
«Nos estamos enfrentando a unas sustancias elaboradas en laboratorios que hacen que una sustancia ilegal deje de serlo», ha apuntado.
Calderón ha insistido en que estas drogas no cuentan con controles para su consumo: «si ya es difícil el control en sustancias ilegales, imagínate en las que no lo son», aunque ha añadido que el uso de estas sustancias es mínimo en comparación con los estupefacientes ilegales.
Las llamadas drogas emergentes pueden ser conocidas previamente o ser nuevas drogas y generalmente no están incluidas en las listas de sustancias psicotrópicas o estupefacientes y, por tanto, no son ilegales.
El director de la FAD ha criticado que la sociedad actual vive en una «cultura de exceso enorme en la que la gente joven busca sensaciones sin límite» y en la que hay personas que les facilitan llegar a ese descontrol.
Según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, las sustancias emergentes son drogas que se venden en Internet y, por lo tanto, cuentan con gran accesibilidad.
En España, las sustancias de este tipo más consumidas son las setas mágicas (2,2 por ciento), el Spice (1,4 por ciento) y la ketamina (1,1 por ciento).