El acusado de abusar de la hija de su pareja que sufría una discapacidad intelectual de un 88 por ciento niega los hechos y rechaza haber sometido a distintas prácticas sexuales a la víctima. La Fiscalía reclama para el acusado -un hombre de 62 años de edad- una condena de 70 años de prisión en total por hasta cinco delitos de abusos sexuales distintos, una de las penas más altas reclamadas en Balears por este tipo de hechos.
El ministerio público y la acusación particular sostienen que entre los meses de julio y septiembre de 2012 el acusado forzó a mantener relaciones sexuales a la discapacitada. La víctima no tenía capacidad para tomar decisiones o para impedir un comportamiento de este tipo. Además, según las acusaciones, el hombre aprovechaba las ocasiones en las que se quedaba a solas con ella en la vivienda que compartían junto a la madre de la víctima. Además de esos episodios en la casa, también se atribuyen al hombre otros, uno de ellos en una playa y otro en el baño de la vivienda. Desde septiembre de 2012 hay una orden de alejamiento impuesta contra el acusado.
La madre de la víctima mantenía una relación desde hacía años con el acusado cuando tuvieron lugar los hechos. El hombre, según la calificación fiscal, amenazaba la discapacitada con hacer daño a la madre si contaba lo ocurrido.