El primer gran incendio de la temporada coincidió con la llegada de una ola de calor africano, lo que disparó todas las alarmas en el Puig de Son Sant Martí, en Alcúdia. Quince horas después, el fuego estaba estabilizado, pero el gran despliegue humano y técnico continuaba luchando para controlar por completo el perímetro afectado.
Sobre la una de la madrugada, vecinos de Alcúdia llamaron a los servicios de emergencia porque veían unas grandes llamaradas en el Puig de Son Sant Martí, en concreto en un pinar de difícil acceso. La Policía Local se desplegó por la zona y comprobó que, en efecto, el frente del fuego era imponente y se desplazaba a una velocidad considerable. Hasta que amaneció no fue posible contar con cobertura aérea, pero con las primeras luces del días se sumaron al dispositivo helicópteros e hidroaviones, que con sus descargas sucesivas de agua consiguieron contener las llamas, qu en su origen tenían dos focos. Este dato podría apuntar a un origen intencionado.
«Hemos pasado muy mala noche, porque no sabíamos si el fuego iba a llegar a las casas. Además, están los hoteles de los lagos que quedan cerca del Puig, y había mucha tensión», relató María, una vecina de la zona.
Afortunadamente, no fue necesario desalojar ni casas ni hoteles, debido en buena parte al elevado número de equipos de emergencia que se desplegaron por Alcúdia: bomberos de Mallorca, Ibanat, Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y ambulancias del 061, que acudieron en prevención de algún golpe de calor o intoxicación por humo. De hecho, uno de los problemas a los que se enfrentaron las brigadas terrestres fue el intenso calor, que superó los treinta grados. «Trabajar así, con estas temperaturas, cerca del fuego y del humo es muy difícil», reconoció un portavoz policial.
A las tres de la tarde, quince horas después de que se iniciara el siniestro, el Ibanat lo dio por «estabilizado». Sin embargo, se trataba de pinar y monte bajo y los bomberos temían nuevos rebrotes: «Tendremos que estar muy atentos, porque es posible que algunos tramos apagados vuelvan a arder», contó un mando de los bomberos. El fuego calcinó cerca de 19 hectáreas.