Algo más de medio centenar de agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Palma realizaron, en la madrugada de ayer, la primera gran redada de la temporada turística en la Platja de Palma. A las 23 horas, los funcionarios se realizaron el tradicional briefing donde todos los participantes ultimaron los detalles del dispositivo.
Entrada la medianoche, de manera coordinada y simultánea, todos los policías accedieron a la calle del Jamón y las vías adyacentes para proceder a la identificación y control de vendedores ambulantes, trileros y prostitutas. Aproximadamente, unos 35 vendedores ambulantes fueron interceptados, identificados y comprobado si se encontraban de manera legal en España. Durante el dispositivo, se vivieron momentos de cierto nerviosismo, especialmente cuando algunos de los vendedores trataban de esconder el género que vendían de manera ilegal.
El operativo se prolongó hasta aproximadamente las dos de la madrugada y está previsto que se repita de manera asidua durante los próximos días. Además de un amplio dispositivo de agentes de campo, es decir, de las unidades más operativas del GAP (Grup d'Actuació Preventiva), UNOC (Unidad Nocturna) USEI (Unitat de Seguretat Integral) de la Policía Local de Palma y de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción), Rayos (motorizada), Radiopatrullas y de la Brigada de Extranjería. Estos últimos fueron los encargados de realizar las comprobaciones de documentación y de incoar los expedientes de expulsión.
La Policía Nacional centra sus esfuerzos también en tratar de controlar la segunda actividad delictiva de los vendedores ambulantes. Fuentes próximas a la investigación, han confirmado a Ultima Hora que al final de la pasada temporada estival e inicio de la presente han detectado que los vendedores ambulantes también trabajan con la venta de droga. En la redada realizada también asistió el director de Seguretat de l'Ajuntament de Palma, Guillem Mascaró y el regidor de Seguretat de Cort, Guillem Navarro.
Hace unas semanas que el principal núcleo turístico de Balears se había convertido en una auténtica jungla sin control. Ahora tras la junta de seguridad de Palma y la reunión mantenida entre la delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer, y el alcalde de Palma, Mateu Isern, la policía ha tomado literalmente la Platja de Palma.